Ensalada de rábano rallado y lechuga mantecosa: crujiente, picante y elegante sin esfuerzo
Hay algo discretamente lujoso en una ensalada que se centra en la textura: la delicada textura de la lechuga mantecosa, el crujido intenso de los rábanos finísimos, una capa de parmesano crujiente y un aderezo de limón intenso que realza cada bocado. Este clásico de inspiración francesa es lo suficientemente sofisticado para acompañar a la vez que ligero para el almuerzo diario. ¿El secreto? Rodajas de rábano ultrafinas que se mantienen crujientes en lugar de saturar el plato. Un giro rápido con el rallador de queso giratorio Geedel lo soluciona en segundos.
🥬 Ingredientes (para 4 personas como acompañamiento)
1 manojo grande de rábanos para desayuno o rábanos franceses para desayuno (o cualquier variedad crujiente)
2 cabezas pequeñas de lechuga mantecosa (Boston o Bibb), hojas separadas suavemente
½ taza de parmesano recién rallado (en bloque, no rallado previamente)
1 puñado pequeño de cebollino fresco, cortado en trozos de 1 pulgada
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de jugo de limón fresco
1 cucharadita de mostaza de Dijon
Sal marina en escamas y pimienta negra recién molida
🧂 Paso a paso: Elegancia en minutos
1. Rallar los rábanos 
Bloquee la tolva de la picadora de verduras Geedel con su cuchilla rebanadora. Introduzca los rábanos fríos por la entrada ancha (cada uno con una manivela suave) y observe cómo los rábanos redondos, translúcidos y con bordes rubí, caen como pétalos. Sin trozos gruesos ni suciedad acuosa.
2. Construye la base
Coloca las hojas de lechuga mantecosa en un tazón o plato amplio y poco profundo, como si fueran nubes verdes suaves. Esparce las rodajas de rábano por encima.
3. Ducha con parmesano
Cambia a la cuchilla para rallar fino. Coloca un bloque de parmesano frío directamente sobre la ensalada para obtener tiras suaves que se deshacen en la boca y se adhieren a cada hoja.
4. Prepara el aderezo
En un frasco pequeño, mezcla aceite de oliva, zumo de limón, mostaza Dijon, una pizca de sal y abundante pimienta negra hasta obtener una mezcla cremosa. Pruébala: ¿la quieres más intensa? Añade otro chorrito de limón.
5. Terminar y servir
Rocíe ligeramente el aderezo (quizás no lo necesite todo). Añada cebollino y un último toque de pimienta. Sirva inmediatamente mientras los rábanos aún cantan.
🌿 Consejos y giros
Agregue proteínas: cubra con salmón ahumado en trozos o huevos pasados por agua.
Hazlo cremoso: cambia la mitad del aceite por yogur griego natural en el aderezo.
Intercambio de hierbas: perifollo, eneldo o estragón en lugar de cebollino
Versión vegana: utiliza levadura nutricional en lugar de parmesano.
🥗 Conclusión: Una ensalada con sabor a primavera
Esta ensalada de rábano rallado y lechuga mantecosa demuestra que los ingredientes más sencillos, manipulados con precisión en el triturador de verduras, se convierten en algo extraordinario. Ligera, picante, mantecosa e increíblemente fresca, es la guarnición que se roba el protagonismo.


